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Paul McCartney cumple 78 años.


¿Has tenido ese sueño donde logras poseer el objeto más hermoso del mundo?… Ese sueño que se esfuma al despertar y te vuelve loco al intentar no olvidarlo jamás. Paul McCartney vivió esa experiencia una mañana de 1964 y para que las trampas de la memoria no lo derrotaran, plasmó aquella epifanía en un viejo piano; el resultado fue la inolvidable Yesterday.


La belleza de la melodía era tal que el propio músico, uno de los más virtuosos de su generación, se cuestionó si la pieza era realmente suya o la había escuchado en alguna otra parte para luego reproducirla inconscientemente en sus sueños. Y es que aquella composición no se parecía a nada que él hubiese escrito por aquella época.

Repleto de dudas, el bajista de The Beatles visitó a varios de sus colegas, músicos y productores, para consultarles si alguna vez habían escuchado aquella melodía. Tras una semana de búsqueda, la respuesta generalizada fue “no, pero es hermosa, deberías ponerla en un disco”. A partir de ahí, el destino se encargaría del resto.

“Lo primero que hice con la melodía fue verificar si no tenía dueño y la gente me dijo: ‘No, es encantadora y estoy seguro que es toda tuya’. Me tomó un poco de tiempo asegurarme que no pertenecía a alguien, pero como un buen buscador, finalmente la reclamé como mía; al principio no sabía que letra adaptarle. Solía llamarla Huevos Revueltos”, declaró años después.

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