Hablar de la cocina guerrerense no nada más es referirnos a exquisitos sabores, agradables aromas y vibrantes colores, los platillos de nuestro estado sureño están llenos de tradición e historia, son un emblema de nuestra cultura: el arte que define nuestra gastronomía, y por ende, son dignos de reconocimiento, nos recuerdan lo orgullosos que debemos sentirnos de haber nacido en el bello y auténtico estado de Guerrero.
Específicamente hoy quiero dedicar este homenaje a un elemento distintivo de la cocina culinaria de nuestras playas: el Pescado a la Talla.
Rico, sabroso, jugoso, cúmulo de sabores excepcionales que los guerrerenses somos afortunados de degustar, el pescado a la talla es el platillo por excelencia para disfrutar mientras se contempla la belleza del paisaje marino, escuchando el sonido de las olas, enterrando los pies en la cálida arena, descansando plácidamente en una hamaca.
La preparación de este platillo folclórico, es la realización de una obra maestra desde que el pescado es traído directamente del mar, hasta que llega a la mesa del comensal; en especial, el pescado a la talla que se cocina en las playas de Costa Grande, encapsula el clásico y único sabor del deleitable adobo que se impregna en sus finos cortes y penetra en su superficie en conjunto con la brasa que el fuego emana, se fusionan para crear una sapidez placentera al paladar que conquista el alma y el corazón de quien lo pruebe.
Acompañado de sus respectivas tortillas 100% de maíz elaboradas a mano, una salsa picosita molcajeteada, los tradicionales frijoles de olla, el apetitoso arroz blanco y una cerveza bien fría para hacer un perfecto maridaje, se integran como guarniciones que armonizan en un solo bocado, combinando el sabor de éstas delicias guerrerenses que son parte trascendental de nuestra espléndida gastronomía y nuestra preciosa cultura.