Efectivamente, Guerrero se encuentra en una situación tan crítica actualmente, que su porvenir está pendiendo de un hilo, de uno muy delgado, y lo sostienes tú.
Hoy la decisión está en tus manos. Gran responsabilidad social, la de otorgar un voto al mejor postor, el mejor candidato, el mejor prospecto para gobernar, un estado hermoso, pero conflictivo, un estado rico pero con gran marginación, un estado valioso pero menospreciado, un estado noble pero lastimado.
Ahora bien, en el panorama actual, siendo críticos y analíticos, sin afán de sofocar el ánimo y de injuriar sobre lo justo o injusto de la situación, sino hacer frente a la verdad y ondear la bandera de la trasparencia, la severa y dura franqueza de la realidad ¿Qué pasará con este estado si este 2021 comienza a ser gobernado por una mujer? ¿Un gran avance social, un paso grande a la paridad? Hoy, lastimosamente no se trata de si es hombre o es mujer, ojalá esa fuera la discusión resuelta, y todos aplaudiríamos el logro. Detrás de una mujer candidata, quien ha sido montada bajo presión con limitación, una opción de acaparo improvisado y aferramiento al poder, custodiada por un hombre, que más que hombre ha sido un macho, la exacta representación del machismo mexicano, ese que las mujeres buscan exterminar, ese machismo que ya no tiene lugar, que ya no es tolerado más, ni en Mexico ni en ninguna de las piezas que unen su rompecabezas.
La gobernabilidad, si bien se refiere en concepto general a la relación manifestada en la existencia de un estado de equilibrio en el ejercicio del poder político con la resolución de sus demandas sociales y la habilidad de los gobiernos para servir eficaz, estable y legítimamente, no se ha visto reflejado en ningún gobierno a lo largo de la historia del estado. ¿Qué nos hace creer que ha desarrollado toda esa capacidad un ente sin la mínima experiencia en la administración pública? Sin vivencia política real ni capacidad de oficio al frente de todo un estado, mismo que cuenta con evidentes problemas de severidad. Restando a la capacidad y poderío de la gobernabilidad política, las intenciones, con fuerte suspicacia, develan incertidumbre y desconfianza, Guerrero ya no puede jugar a probar. Es hora de reflexionar.