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5 cosas que aprendimos en la pandemia de Covid-19.

A un año de la pandemia y la indicación del confinamiento, solo nos queda reflexionar lo que ha sucedido en nuestro entorno y en el cómo esta situación ha cambiado nuestra vida. De todas las circunstancias por las que atravesemos, sean buenas o malas siempre se aprenden cosas importantes que modifican nuestro modo de pensar y de actuar. A continuación, te presento cinco aprendizajes obtenidos que nos dejó la pandemia de Covid-19:

1. Implementamos la higiene como algo primordial en nuestras vidas.

Si bien desde la etapa preescolar nos enseñaron a lavar nuestras manos antes de comer y después de ir al baño, hoy sabemos la importancia de realizar esta actividad no solamente en esos momentos, sino también al estar en contacto con otras superficies en la calle o en el transporte público ¿Cuántas veces no pusimos nuestras manos en la agarradera de la urvan? En ese transcurso quizás saludamos de mano a otras personas, nos comimos un helado, nos tocamos la cara y nuestras pertenencias. ¿Cuántas veces no guardamos dinero que ha circulado en demasiadas partes sin preocuparnos qué tan contaminado pudiera estar? O ¿Cuántas veces estuvimos en un lugar cerrado y de pronto alguien estornudaba? ¿Pensamos en que los aerosoles de ese estornudo llegarían a nuestro alcance y pudieran hacernos algún daño? Considero que es un factor que pasamos desapercibido hasta la llegada de la pandemia y la implementación de las medidas sanitarias estrictas, acciones como el lavado de manos frecuente, la sanitización de los espacios públicos y el uso de gel antibacterial, son reglas de higiene elementales que siempre debimos tomar como prioridad.


2. Nos dimos cuenta de que no existen los problemas, son oportunidades.

Al principio quizás pareció que era el fin de todo, lo vimos venir justo cuando ya estaba el temblor; decadencia económica, muchas personas perdieron sus empleos, los negocios que viven del día a día se enfrentaron a una gran crisis, la actividad turística en nuestro estado se vio severamente afectada, sin embargo, esta situación trajo consigo nuevas oportunidades de comercio: ventas en línea, servicio de mandaditos, muchas personas emprendedoras tomaron la batuta y decidieron no quedarse sentadas esperando un milagro, simplemente tomaron la determinación y encontraron una nueva meta, se formaron un objetivo y se adaptaron. Nació una nueva forma de hacer marketing y se modificó el método tradicional de ventas. Tal como dijo Albert Einstein: "La crisis es necesaria para que la humanidad avance. Solo en momentos de crisis, surgen las grandes mentes".


3. Aprendimos a valorar cada minuto de nuestro preciado tiempo.

¿A caso no fue triste escuchar o leer comentarios de remordimientos? "Si hubiera sabido que ese era el último día, habría disfrutado más el momento", la pandemia nos enseña esta importante lección, las cosas que están fuera de nuestras manos pueden cambiarnos la vida radicalmente de la noche a la mañana, no hay que esperar a que sucedan situaciones que nos limiten para disfrutar el presente, el aquí y el ahora. Sin importar que pase ¡Vive! ¡Vivamos! Disfrutemos hasta los momentos más simples de la vida cotidiana y agradezcamos que cada día despertamos respirando, con la oportunidad de cambiar y ser mejores personas.


4. Entendimos la importancia de realizar una introspección sobre nosotros mismos para poder avanzar saludablemente. ¿Qué es lo que realmente queremos? ¿Hacia dónde vamos? El periodo de confinamiento nos hizo reflexionar sobre muchos aspectos de nuestra vida, y también nos motivó a ser responsables, a sentir empatía por los demás, y sobre todo, a valorar nuestra forma de vida antes de la pandemia. Muchas personas nos interesamos en un nuevo pasatiempo, incluso aprovechamos esta oportunidad para replantear objetivos personales. Fue el momento adecuado para dejar atrás los rencores, los lamentos, para liberar la ira acumulada y los sentimientos adversos, todo con la intención de empezar otra vez y tener un nuevo comienzo. No pudemos tener el control de todo y con esto quedó más que demostrado, pero podemos elegir entre esperar a que pase la tormenta, o aprender a bailar bajo la lluvia.


5. Tomamos consciencia de la importancia del tiempo en familia.

Con la llegada de la revolución tecnológica y el auge de las redes sociales, interpusimos una barrera de comunicación con nuestros seres queridos que están cerca de nosotros, cosas tan sencillas como sentarte con tu madre, tu padre y tus hermanos a comer quizás no tenían mucho sentido, o era algo tan cotidiano que ni siquiera tomábamos un minuto para agradecer por lo dichosas o dichosos que somos de tener a nuestra familia con nosotros. A decir verdad, una pandemia no tenía que venir a recordarnos la importancia de valorar esos momentos. Muchas veces vivir en el mismo espacio no garantiza una comunicación directa y saludable entre los miembros de una familia, pero en esta etapa tuvimos la oportunidad de cambiar eso, cuando antes solo estábamos inmersos en nuestros mundos, viviendo superficialmente siendo insconscientes de esos pequeños grandes lujos de la vida.


No esperemos a que llegue un último momento para empezar a vivir, disfruta, goza, ama, abraza, come, toma las riendas de tu camino y siempre construye una mejor versión de ti como persona. ¡Vivamos diligentemente!

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